20 de septiembre de
2016
Bien. Quería correr
una hora y lo he conseguido. Me ha llevado tres días —veinte minutos cada jornada—pero, como dice el doctor
Johnson: el que trata de obtener un gran logro de una sola vez es muy posible
que no consiga nada en absoluto. O algo así. También dice que lo que se escribe
sin esfuerzo, se lee sin placer. Como citar no requiere ningún esfuerzo,
supongo que las citas tampoco proporcionan ningún gozo ni deleite. Ni siquiera
las suyas. ¿Ahora qué hacemos, doctor?
Septiembre se está
convirtiendo en un mes muy civilizado. El clima es suave, la luz no es tan salvaje
y las horas son todavía horizontales. En el medio del río —el torturado Bernesga— veo, de pie, una perpendicular grulla. Dichoso
vaticinio. Todo saldrá bien. Venga. ¿Por qué no?
No hay comentarios:
Publicar un comentario