3 de enero de
2017 Perro por carnestolendas. Continúan las fechas. Familia y televisión. ¿En qué momento se convirtió la envidia en una
actividad intelectual, en un género; con revistas, anuncios y programas? En el
río, pocos
aficionados. Ninguno, de hecho. Ya llegarán. El día uno de enero me sumerjo
bastante en una piscina EXTERIOR por la mañana. Al solecito. A cero grados. Oh,
yeah. 6 de enero de 2017 El desencanto Conmigo mismo. Reyes. Fiesta. Tomo la
cerveza (y el vermut y los gintonics) y salgo a correr. Borracho, yo creo.
Cualquier día me voy a dar una hostia. Tengo que dejar una de las dos cosas.
Tengo la impresión que se tiene con el coche de cuando sospechas (o peor: sabes)
que estás yendo en dirección contraria y te vas poniendo más y más nervioso. 30 de enero de 2017
Apariencia y tenacidad Mañana de piscina exterior y noche de carrera standard.
Reflexiono sobre la voluntad… y sobre la apariencia o representación. Llego a a
la conclusión de que el mundo es voluntad y representación. Qué listo soy. 1 de
febrero de 2017 El mal de Morton Mañana de sauna y piscina. Noche de carreras.
Retribución. Mi amor por las piscinas vacías y mi horror por las llenas (de personas, no de agua). 8 de febrero de 2017 Salgo a toda
prisa al mediodía. Y vuelvo enseguida también. Como me duele el hombro
(izquierdo) en cuanto nado más de cien metros estoy reduciendo los tiempos de
ejercicio en forma de píldora. Cada vez aguanto más en la sauna, de lo que no
creo que haya competición. Lo miro. No encuentro campeonatos, pero sí una
apuesta de unos noruegos a ver cuánto aguantaban con un muerto y todo. El
ganador, supongo. 13 de febrero de 2017 La vida acuática de Mucha agua en el
Bernesga. Y en la piscina nubes y claros. El mejor momento del día. Cerrado el
paseo a la altura del Puente de los Leones. 16 de febrero de 2017 Tractatus. En
el pueblo, la caída de la brida. Impresión abrumadora de soledad. La seguridad
de que nadie va a rescatarme. Huyo. El río vuelve a ser recorrible. Más agua.
Mis conversaciones de sauna abarcan cada vez más temas. No solo el fantama/mafioso tributario y automovilístico. Salud, fútbol, motos, sistemas La seguridad es uno
de los peligros de la existencia, decía Goethe. 18 de febrero de 2017 Hoy me
echan de las orillas del río (de las dos) porque… hay una carrera. A las siete
de la tarde. Aún así no dan las luces. Acabo corriendo delante de los
corredores, detrás de los corredores y, finalmente, por encima y en paralelo a
los corredores de verdad. Lo que simbolizaría o sería parecido a… no tengo ni
idea. 21 de febrero de 2017 Lunes. Recados. Cosas que hay que hacer. Sauna y
piscina. Tarde de carreras. No tengo ganas de 27 de febrero de 2017 Temporales.
Septentriones. Se levanta parcialmente el tejado de Pequeña Reata. Voy con el
perito y me caigo de la misma antigua, majestuosa y carcomida escalera de la
que me había caído la semana anterior. Hasta saco una foto mientras. Hoy
limpiaban la piscina. Así que tuve que vagar con mi toalla. Me gusta secarme
dentro. Por las vistas. Presumir del estado de forma o de las marcas atléticas
es tan idiota como presumir de estar gordo. ‘Ayer
engordé quinientos gramos. Mañana pienso superarlo y engordar setecientos. Mira
qué lorzas’. Es ridículo. Como todo. 3 de marzo de 2017 Literalidad. Frío.
Anochece más tarde, pero sigo saliendo justo cuando oscurece, y los vampiros
estiran las piernas. Todos los días veo los titulares de las columnas de
opinión en los periódicos locales. Como los títulos a veces son misteriosos y
evocadores (Café para llevar, Perros rabiosos, Óptica Europa…) a veces pico y
trato de leerlos. Al final (y desde un principio) tratan de gente que toma el
café por la calle, de perros rabiosos o de un comercio. Otra expectativa
defraudada. Repetidamente. 6 de marzo de 2017 La voz a ti debida o El taxista. Camiseta
y sol de tarde. Por la mañana voy (como siempre) a la piscina. No hay piscina.
La están limpiando. O pintando. O haciéndole la autopsia. Disgusto. Como si un
amigo falta a una cita. En la película Taxi Driver se oyen dos voces: la del
Travis interior y lo que piensa (el Travis alienado completamente loco) y el
funcional, normal, que dice hola qué tal o quieres tomar algo. Y la 10 de marzo de
2017 Temperaturas asombrosas. Salgo en camiseta. Adelanto a una bicicleta. La
llevaba una niña muy pequeña. Pero adelanto a una bicicleta. 13 de marzo de
2017 Problemas de millonarios. (Me) llenan la piscina. Aún así doy brincos
como… un pez… fuera del agua. Lo siento. Lo siento mucho. El tejado (como
síntoma) sigue provisionalmente tapado. Me llaman del seguro. Tres veces. Con
tres fechas diferentes. 15 de marzo de 2017 This was the end of the river
all right. Hace muy bueno. Nado al sol. Corro al sol. Me salen bultos. Poseer
cosas y personas. Poseer EL TIEMPO de las personas. De su compañía. Todo
sentimiento es agresivo y territorial. No quiero tener. Me ponen el tejado Teo y
Vicente (como los hermanos Van Gogh) que dicen cosas rarísimas como me encanta y dejar la pasta (al cemento
o mortero se le llama pasta en argot albañil) durita. En serio. Un poco más
que la bechamel, dialogan. No eran pareja. 20 de marzo de 2017 Vigilia y abstinencia. Estas palabras eucarísticas (pentecostal, epifanía…) son, aparte
de polisémicas, enormemente eufónicas. Y consoladoras. Por eso las usan,
supongo, los seres más tristes del mundo. PRIMER DÍA DE HACERLO TODO BIEN. Hago
mis viñetas y un cartel. Entrego. Establezco una cita. Nado en la piscina. Me
alimento de alcachofas cocidas y fruta. Limpio la casa. Todavía estoy a tiempo
de cagarla, claro. Hoy empieza la primavera y, según la lógica inversa de todo,
deja de hacer bueno (vengo de correr en camiseta) y mañana dan máximas de ocho
grados. Pronostican incluso nieve. Llega abril. Winter kept us warm, covering
Earth in forgetful snow… 22 de marzo 2017 Gorila en la niebla. Por la mañana me
baño a dos grados y por la noche corro a uno. Llego a nadar con aguanieve
cayendo y con vapor saliendo del agua, lo que produce unos efectos
neblinoazulados enormemente plásticos. La piscina exterior suele estar vacía,
pero, de vez en cuando se sumergen breves señores gordos y calvos que recuerdan
en textura y color a los garbanzos en remojo. A la mierda la plástica. En las
bernesgas tinieblas me cruzo con 1) Un grupo de ensayantes penitentes vestidos de civil con sus
destempladas cajas y desafinados pífanos ensayando, supongo, también su
coreografía que consiste en caminar mientras se toca el tambor 2) un pequeño
coche de bomberos pennylaico en el Puente de los Leones y a las dos pequeñas
prostitutas de wengue o palisandro (hay más maderas oscuras aparte del ébano)
que se incorporan a su puesto en Sáenz de Miera. Pienso, como ellos al verme,
supongo, que estamos todos desesperadamente chiflados. 25 de marzo de 2017 Purgatorio.
Mucho frío. Viernes. Envejezco y siento envidia. Son deportes no homologados. O
sí. Aniversario de boda. Siete años. Aquí a la película sobre el consabido
picor de ese periodo preciso la titularon La tentación vive arriba. Por
ejemplo. Más clichés. 28 de marzo de 2017 Cambian la hora. Otra vez. Así que,
aunque salgo a las ocho veo los penitentes y su chorus line a plena luz del día.
Es raro. Solo es gente tocando el tambor y la trompeta pero mi instinto
pavloviano me da ganas de persignarme cuando les paso corriendo. 3 de abril de
2017 Calor y manga corta. Mucha gente en el río. Y en la piscina. Y música. Un
infame hilo musical omnipresente (yo diría que incluso debajo del agua) de baja
frecuencia y de los ochenta (lamento el pleonasmo). Mi humor no mejora nada con
la (obligada) compañía. 11 de abril 2017 Obediencia. A pesar de la danza de la
lluvia bailada de forma numerosísima por nuestros apaponados penitentes hace
buenísimo. Hasta León sur se llena de turistas. Echo de menos el frío y la soledad.
Llegará. Con la lluvia. Diarios de Kafka. 2 de agosto de 1914. Alemania declara
la guerra a Rusia. Por la tarde, escuela de natación. “Creer,
sin ironía, en el propio talento, puede hacer daño. Pero esto tiene una
gravedad relativa. Es más grave, aún, el daño que puede hacer a los demás”. Josep
Pla. You’ll never catch me alive said he. Waltzing Matilda. Car, grâce à toi j'ai rendu l'esprit Je me suis pendu cette nuit... et depuis... Je chante. Los dos vagabundos de ambas canciones, después de ser molestados por la policía, se suicidan. 17 de abril de 2017 Hoy por
la mañana trato, sin conseguirlo por muy poco, de aguantar quince minutos de
sauna. Por poco hago diez largos y, por la tarde intento, faltándome muy poco,
correr una hora. Debo decir en mi descargo que ayer domingo probé
(absolutamente harto de la cada vez más pastoral, por aborregada, Semana Santa en
la provincia) a beberme una botella entera de whisky. Y por poco lo consigo. 20
de abril de 2017 Sigue haciendo sol a toda hora. Estoy saturado. ¡Estoy hasta
moreno! Estamos en abril. Este descalzaputas nos ha de dar que sentir.
Territorialidad e intrusismo. Un señor dando saltitos en la piscina como con…
unos calcetines. La ciudad está muy sucia. 25 de abril de 2017 Otra vez el
señor con calcetines en la piscina. (Recuerdo al hombre con calzoncillos de
Payuelos. La ropa interior y las carnes mórbidas pueden producir muy diferentes
estímulos) Y música arratonada. Afortunadamente, hoy ya es día de diario y
bajan las temperaturas: afluencia menos dominga que otros días. En el río por
la tarde, viento en contra.