16 de mayo de 2013
La palabra imbécil viene del latín im (ojo, el prefijo latino im significa sin sólo en adjetivos, no en verbos) y becillis (diminutivo de baculus, bastón). En teoría el imbécil es el que carece de bastón o experiencia o sabiduría. El que no se apoya.
La palabra imbécil viene del latín im (ojo, el prefijo latino im significa sin sólo en adjetivos, no en verbos) y becillis (diminutivo de baculus, bastón). En teoría el imbécil es el que carece de bastón o experiencia o sabiduría. El que no se apoya.
Idiota
viene de la raíz griega ἴδιος
(ídios), que alude a lo
personal, lo privado y forma palabras como idiosincrasia o idioma. Lo propio. En
teoría el idiota es el que sólo se preocupa de lo suyo. El egoísta.
Según estas solidarias
etimologías el aislamiento de la sociedad o la despreocupación por los demás
nos hace tontos. Creo que me estoy volviendo tonto. No es broma. Me parece que
cada vez pienso peor. Es posible. No lo sé. No lo contrasto. Me encuentro
aislado y sin bastón. Ha vuelto el frío, corro lo mínimo y el alcohol es un
depresivo que no me pone (claro) más contento.
Le comento el caso a mi
mujer mientras estamos viendo un telediario en el que marionetean unos
incomprensiblemente risueños gestores del dinero público.
-Creo que me estoy
volviendo imbécil.
-¿Como esos?
-No tanto.