17 y 19 de
octubre de 2016 Odio o Run like everybody is watching
Nunca he competido. Bueno, alguna vez de chaval —diluido casi de forma homeopática en un equipo de fútbol—, pero ya ni me acuerdo. He opositado, pero, como me daba exactamente igual aprobar, tampoco sentía la animadversión supuesta —y exigida carnívoramente— por mis rivales, a los que veía trasudar, colorados y ceceantes delante del tribunal. Por eso me sorprendo sintiendo auténtico odio e insultando entre dientes a una lejana señora de gran pandero y ofensivo chándal que trota muy despacio sin doblar las rodillas y a la que no consigo alcanzar. ¿Es esto el espíritu olímpico? Debo decir que ayer salí a divertirme y beber y lo único que no conseguí fue divertirme. Esta excusa sí forma parte del carácter o esencia del deporte; después de todo y como dicen los ajedrecistas: jamás nadie ha derrotado a un rival al que no le doliera la cabeza.
21 de octubre de 2016 Apetitos
Nunca he competido. Bueno, alguna vez de chaval —diluido casi de forma homeopática en un equipo de fútbol—, pero ya ni me acuerdo. He opositado, pero, como me daba exactamente igual aprobar, tampoco sentía la animadversión supuesta —y exigida carnívoramente— por mis rivales, a los que veía trasudar, colorados y ceceantes delante del tribunal. Por eso me sorprendo sintiendo auténtico odio e insultando entre dientes a una lejana señora de gran pandero y ofensivo chándal que trota muy despacio sin doblar las rodillas y a la que no consigo alcanzar. ¿Es esto el espíritu olímpico? Debo decir que ayer salí a divertirme y beber y lo único que no conseguí fue divertirme. Esta excusa sí forma parte del carácter o esencia del deporte; después de todo y como dicen los ajedrecistas: jamás nadie ha derrotado a un rival al que no le doliera la cabeza.
21 de octubre de 2016 Apetitos
Veinte
veces. Desde que cerré la temporada de verano el día diecisiete de septiembre —En
España agosto termina a principios del mes de octubre— he salido a dar brincos
veinte veces. En treinta y un días, ¿qué he conseguido? Perder —muy poco— peso
y volumen y, extraña, inopinada y desproporcionadamente, incrementar mi libido
a ridículos niveles adolescentes. He estado a punto de preguntarle a mi mujer
si me está echando algo en la comida. ¿A qué viene esto? Se supone que me
embarco en tan narcisistas escaladas para proporcionarme serenidad, contento
mineral y paz —también— metabólica; no picores priápicos que a nadie aprovechan
ni benefician. Venga. Ya está bien. Soy un señor mayor.
23 de
octubre de 2016 Gliptoteca
Rastro. Río. Solecito. Nubosidad variable. Me ha costado, pero creo que he conseguido joderme el tendón de Aquiles del pie izquierdo. Mis hormonas y emociones siguen bailando la conga. Ahora de vez en cuando siento una desoladora y afilada tristeza y hasta lloro como una plañidera siciliana mirando series —abundancia de mocos y todo con el San Junipero de Black Mirror—. Así que, dolorido, estimulado y triste he llegado a la conclusión de que debo estar embarazada.
Rastro. Río. Solecito. Nubosidad variable. Me ha costado, pero creo que he conseguido joderme el tendón de Aquiles del pie izquierdo. Mis hormonas y emociones siguen bailando la conga. Ahora de vez en cuando siento una desoladora y afilada tristeza y hasta lloro como una plañidera siciliana mirando series —abundancia de mocos y todo con el San Junipero de Black Mirror—. Así que, dolorido, estimulado y triste he llegado a la conclusión de que debo estar embarazada.
1 de noviembre de 2016 Yo solito
Domingo
falso. Gran silencio. Hoy es martes y Día de Todos los Santos, Samhain, Halloween o Los Muertos. Aprovecho
esta semana de cuidados —mi tendón de Aquiles parece haber vuelto a su tensión
original— y me emborracho dos días no consecutivos. Lo que parece estabilizar —algo—
mi loca, loca testosterona. Eso no lo ponen nunca en los artículos sobre
nutrición o gimnasias. Podría cubrir yo ese hueco. Podría cubrir todos los
huecos.
Retrasan —aparte de todo lo demás— la hora. Ya se hacía de noche antes. Es lo natural. Pero ahora me da la impresión de que oscurece más rápido. Quiero decir a mayor velocidad. Inmediatamente. En pocos segundos. Como si girasen una llave. Aprovechan además para bajar la temperatura diez grados. Igual. De repente.
Retrasan —aparte de todo lo demás— la hora. Ya se hacía de noche antes. Es lo natural. Pero ahora me da la impresión de que oscurece más rápido. Quiero decir a mayor velocidad. Inmediatamente. En pocos segundos. Como si girasen una llave. Aprovechan además para bajar la temperatura diez grados. Igual. De repente.
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