martes, 4 de octubre de 2016

La obligada compañía del corredor en círculos. Carácter

30 de septiembre de 2016 El corredor en círculos

No debería correr a diario. No es mejor. No se progresa. Ya lo sé. Ya he hecho esto. Ya he estado aquí.







1 de octubre de 2016 Recaída

En español no existe relapsar, aunque sí recaer.


Relapso: Que reincide en el pecado del que ya había hecho penitencia, o en una herejía de la que había abjurado. Del latín. Participio pasado de relabi ‘volver a a caer’.

Relapse: Deteriorate after a period of improvement. Return to a less active or a worse state.



El matiz moral —¡siempre la puta moral!— del español desaparece en inglés, donde es un verbo habitual para describir momentos de los adictos. Exagero, naturalmente. Me tomo —después de quince días de castigo— unas cervezas al verdor del sol, junto a casa, en el parque tomado por chiringuitos y coloreadas caravanas de donde mana la música, la comida y la bebida y rodeado de flores, fuentes, amigos y amores.
Luego salgo a correr y sudar como un vidrio. Llevo, como todo el mundo, una vida llena de contrastes. Juá.














2 de octubre de 2016. Fácil

El clic. Casi todo hábito o ejercicio continuado conduce al virtuosismo y el virtuosismo al ocasional aburrimiento. Supongo. Yo tengo el superpoder de aburrirme antes de llegar no al virtuosismo, sino a la mera práctica.










4 de octubre de 2016. Pseudovectores



Isaac Stern: A ver si lo entiendo. Ellos pondrían todo el dinero; yo haría todo el trabajo. Si no le importa que le pregunte, ¿qué haría usted?

Oskar Schindler: Asegurarme de que se sepa que la fábrica está ganando dinero. De que posea cierto estilo. Es en lo que soy bueno. No en el trabajo, no el trabajo… En la apariencia.*



*Itzhak Stern: Let me understand. They put up all the money. I do all the work. What, if you don't mind my asking, would you do?

Oskar Schindler: I'd make sure it's known the company's in business. I'd see that it had a certain panache. That's what I'm good at. Not the work, not the work... the presentation.

(De la película La lista de Schindler, 1993, Steven Spielberg. La traducción es mía).




La presentación. La foto. Las dimensiones de la reproducción. Eso es todo. Sacar los términos trabajar y entrenar. Mucho. Constantemente. Lo primero lo dicen los actores y las folklóricas. Y los artistas plásticos. Trabajan sin parar. Jornadas de oficina. Nunca he oído a uno decir que se pasa los días tocándose los huevos. Igual es verdad. Depende de lo que considere uno trabajo. Si dar entrevistas, ir a una inauguración, comer con tu agente o sobar chavalas 
o chavales— impresionables es trabajar, no paran. En efecto.

Pues lo de entrenar, igual. Hoy no salí un rato con mi trote cochinero a sudar pretéritos cubalibres. Salí a entrenar —aunque sigo pesando noventa y pico kilos. Siempre peso noventa y pico kilos. No me extraña que se llame fiel a la aguja de la balanza: su lealtad sólo es comparable a la de un votante de derechas—. Puedo escribir que estoy muy entrenado. A mentir. The presentation. Big time.











No hay comentarios:

Publicar un comentario