jueves, 7 de mayo de 2015

La obligada compañía del corredor en círculos. Si te dicen que caí



21 de abril de 2015




Accedo al río de la manera más inverosímil —¡Por el McDonald’s!— Me yergo al lado del pretil de piedra que domina el río antes del Puente de los Leones. Con la cabeza desnuda, una cerveza, el brazo derecho en cabestrillo y una americana de paño veo pasar a los torpes corredores a los que que envidio y me invade una sensación de… estupidez. Estos complementos, atardeceres y atalayas, junto con la indigestión de cine y
—mala— literatura me podría convertir en… no quiero pensarlo. Debo volver a dar brincos cuanto antes.











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