miércoles, 26 de noviembre de 2014

La obligada compañía del corredor en círculos. Carpanta



25 de noviembre de 2014




No suelo, al contrario de otras personas, que parecen estar siempre en lugares donde el ingenio abunda, oír nada memorable. Pero hoy, al volver a casa de dar carreras, la esquina que me proveyó la conversación gastroabusiva hace cuatro días y a la misma hora (la de la voluntariosa niña que quería hacerle la cena a su papá), me proporciona otra: esta vez habla un individuo muy grande contra uno pequeñín y abetunado: El otro día me jalaste media hogaza. Cuando me alejo: Y el chorizo también me lo acabaste. Es una esquina extraña y costumbrista, nada atlética, de un humor perplejo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario