martes, 23 de abril de 2013

La obligada compañía del corredor en círculos. Helter Skelter



22 de abril de 2013


A ver. Organización. Método. Orden. Cifras. El otro día (¿el 20? Sí. Que era… ¿sábado?) salí y no lo consigné. ¿Por qué? Porque hacía muy bueno y en la orilla del río había personas. Muy desagradable.

Vuelve a refrescar. Los paseantes pasajeros desaparecen; pero emergen corredores nuevos de carne blanda y piel lechosa. Qué gracioso. ¡Me he convertido en un veterano! Hay dos formas de desdicha: sentirse inferior o más torpe o estúpido (y pobre) que los demás y sentirse superior, más sabio o más hábil (y rico) que el resto de nuestros semejantes. Yo a veces incluso (y es curioso) me siento de las dos formas a la vez. Con tal de afligirme y amargarme soy capaz de complejos malabarismos emocionales con varias pelotas en el aire. Quiero creer que estos corredores intactos no son iguales que yo. No. Qué va. Nadie es igual que yo. No te jode.





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