20 de enero de 2014
Como mis própositos de año nuevo incluían despertarme
al amanecer y no sólo correr sino nadar y levantar enormes pesos en los
higiénicos recintos destinados a ello… pues empiezo por resoplar normal el día veinte
de enero a la una de la tarde. Este dilatadísimo mes, tóxico y melancólico, me ha enseñado
que los depresivos deprimen y que los estimulantes también, pero después. Elige la vida. La de otros mejores,
a ser posible. Luego de esta
enorme holganza hago mi recorrido bajo el sol frío del invierno sin dolores concretos ni fatigas extremas. Inaudito.
Neumotórax (ya no se pone con pe delante: pneumotórax, voz que resultaba fenomenal): es la palabra de hoy. Me cuenta un amigo que tuvo uno. Se le rasgó la pared de un pulmón de arriba a abajo, como el velo del Templo de Salomón. Me explica que el ejercicio violento (para mí todo ejercicio es violento) es enormemente saludable para los tejidos de estos órganos cuyas dos capas exteriores (pleura parietal y visceral) vibran o se unen con ello (con el ejercicio aeróbico).
Neumotórax (ya no se pone con pe delante: pneumotórax, voz que resultaba fenomenal): es la palabra de hoy. Me cuenta un amigo que tuvo uno. Se le rasgó la pared de un pulmón de arriba a abajo, como el velo del Templo de Salomón. Me explica que el ejercicio violento (para mí todo ejercicio es violento) es enormemente saludable para los tejidos de estos órganos cuyas dos capas exteriores (pleura parietal y visceral) vibran o se unen con ello (con el ejercicio aeróbico).
Los pulmones no son
iguales. Uno tiene dos lóbulos (el izquierdo) y otro, tres (el derecho, en efecto). Si no lo creen pueden dejar constancia de ello en los
comentarios.
Y en estos soplos paso mi jornada uno punto cinco.
Y en estos soplos paso mi jornada uno punto cinco.
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