29 abril de 2013
“…no fue que tuve que hacer ninguna… ningún sacrificio ni exceso; que se ponían voluntarias para darles cualquier cosa o cualquier palabra amorosa…”
“…no fue que tuve que hacer ninguna… ningún sacrificio ni exceso; que se ponían voluntarias para darles cualquier cosa o cualquier palabra amorosa…”
Sobre propósito y deseo. José Toxeiro. Damnificado y poeta oral
Me pongo voluntario y huyo
hasta el quinto pino. Hoy remonto el Torío y voy loin, bien
loin, comme un bohémien, par la
nature,
heureux comme avec une femme y me tengo que
volver andando porque no puedo con las gambas
(por seguir con los galicismos). Cuando salgo la ropa me queda ajustada pero en el retorno parece colgar de una percha. Es muy agradable. Los toreros dicen lo
mismo: al hacer el paseíllo casi no pueden moverse aunque luego, en el momento en que
sale el toro, se les puede meter el dedo entre la cintura y la taleguilla. En su
caso no es nada agradable. Pobre Curro Romero. Corría bastante más que yo.
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